Las infecciones con virus
de transmisión sexual causan también la mayoría de los cánceres de ano, muchos
cánceres de vagina, de vulva y pene; y algunos cánceres de orofaringe.
Si una infección de cérvix con un
tipo de VPH de alto riesgo persiste, los cambios celulares pueden convertirse
en lesiones precancerosas más graves. Si estas lesiones precancerosas no son
tratadas, pueden convertirse en cáncer. Puede llevarse de diez a veinte años o
más para que una infección persistente con un tipo de VPH de alto riesgo se
convierta en cáncer. Los exámenes selectivos de
detección de cáncer de cérvix incluyen dos tipos de pruebas de detección:
- La prueba de Papanicolaou es detectar células anormales que pueden convertirse en cáncer si no son tratadas. También puede encontrar infecciones e inflamación.
- La prueba de VPH se usa para buscar los tipos de VPH de alto riesgo en las células del cérvix. La mayoría de las pruebas detecta el ADN de los tipos de VPH de alto riesgo, aunque hay una prueba que detecta también el ARN.
En que consiste el examen:
Durante un examen pélvico un
profesional de la salud introduce un instrumento llamado espéculo en la vagina
para ensancharla a fin de poder ver la parte superior de la vagina y del cérvix. Las células se toman con un raspador de madera o de plástico o
con un cepillo cervical y se preparan luego para el análisis de Papanicolaou en
una de dos formas. En una prueba convencional de Papanicolaou, la muestra (o
frotis) se pone en un portaobjetos de vidrio para microscopio y se añade un
fijador. En una prueba de Papanicolaou citológica líquida automatizada, las
células del cérvix colectadas con un cepillo o con otro instrumento se colocan
en un frasco que contiene líquido de conservación. Luego se envía el
portaobjetos o el frasco a un laboratorio para su análisis.
Una ventaja de la prueba
citológica líquida es que la misma muestra de células puede ser analizada también
para la presencia de tipos de VPH de alto riesgo, un proceso conocido como
"prueba conjunta de Papanicolaou y de VPH" (Pap and HPV cotesting).
Recomiendan que la mujer se haga
su primera prueba de Papanicolaou a los 21 años de edad. Según las pautas
actualizadas, las mujeres de 21 a 29 años de edad se deberán hacer una prueba
de Papanicolaou cada tres años. Las mujeres de 30 a 65 años de edad pueden
hacerse exámenes selectivos de detección cada cinco años con una prueba
conjunta de Papanicolaou y de VPH o cada tres años con una prueba de
Papanicolaou solamente.
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