viernes, 16 de diciembre de 2016

TRATAMIENTO LINFOGRANULOMA VENÉREO

Para detectar el linfogranuloma venéreo se hace un examen físico en el que se busca una conexión anormal con supuración en la zona rectal, una úlcera en los genitales, supuración a través de la piel desde los ganglios linfáticos inguinales, hinchazón de la vulva o labios e inflamación de los ganglios linfáticos inguinales.
Los exámenes incluyen un estudio de sangre para la bacteria que causa el LGV y una prueba de laboratorio para detectar la clamidia.
El LGV se trata con antibióticos como la doxiciclina y eritromicina.


Las posibles complicaciones de esta infección son conexiones anormales del tejido entre el recto y la vagina, inflamación cerebral, infecciones en las articulaciones, los ojos, el corazón o el hígado, inflamación e hinchazón prolongada de los genitales, cicatrización y estrechamiento del recto.

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