Las verrugas genitales, también
denominadas condylomata acuminata o condilomas acuminados, se forman cuando se
produce una infección de la piel o de la mucosa por el VPH a través de
microlesiones.
Los primeros síntomas son pequeños nódulos
(pápulas) planos, individuales o dispuestos de forma irregular y son difíciles
de detectar. Una verruga genital (condiloma) puede seguir creciendo y adoptar
una forma de cresta de gallo o de coliflor, con un color rojizo, gris o
blanquecino. Estas verrugas suelen aparecer en los labios de la vulva, la
vagina y el pene, aunque también en la uretra, el canal anal, el recto y, en
ocasiones, en el cuello uterino.
Las verrugas genitales por lo
general se desarrollan de seis semanas a seis meses después de la infección.
Sin embargo, puede demorar más tiempo.
A menudo crecen más rápidamente
durante el embarazo o cuando el sistema inmunitario de una persona está
debilitado.
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